PERIODO DE EJECUCION
2016-2019

OBJETIVOS
General
Mejorar las condiciones de vida y la adaptación climática de 13,000 familias provenientes de pequeñas fincas y comunidades indígenas de Centroamérica mediante uso sostenible de agrobiodiversidad nativa.

Específicos:
Fortalecimiento de red de reservas comunitarias de semillas (RCS) y aumento de la diversidad de especies sub-utilizadas y promisorias para adaptación al cambio climático y seguridad alimentaria, con vínculo directo a Bancos de Germoplasma Nacionales y Regionales.
Desarrollo de variedades de maíz y frijol bajo el enfoque de fitomejoramiento participativo y evaluación participativa masiva (EPM), con un manejo agronómico apropiado al sistema “Milpa” y respondiendo a los retos del cambio climático.
Fortalecimiento de los procesos de producción y comercialización de semilla de calidad entre grupos de pequeños productores organizados.
Fortalecimiento de las comisiones de recursos fitogenéticos de Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica para implementar los derechos de los agricultores a nivel de la región Centroamericana.

AREA DE ACCION
90 organizaciones de Productores de Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

PRINCIPALES LOGROS
Las reservas comunitarias de semillas, como medida de adaptación al cambio climático, constituyen una buena práctica que puede continuar escalándose en el mediano plazo, con el vínculo directo a organizaciones de productores, para lo cual constantemente los socios del proyecto reciben grupos de agricultores interesados en adoptar la metodología con el apoyo de otras organizaciones o cooperantes.

Los procesos de fitomejoramiento participativo, mediante el involucramiento de investigadores y agricultores, permite la generación de variedades adaptadas a condiciones específicas tomando en cuenta los criterios que los agricultores prefieren mejorar en el cultivo; esta práctica permite generar variedades de fácil adopción y contribuye a la implementación de los derechos del agricultor en el marco del Tratado Internacional.

La repatriación de colecciones de maíz de un banco internacional como el CIMMYT, facilita el entendimiento de los agricultores sobre la importancia de conservar de manera exsitu la agrobiodiversidad de un territorio con la finalidad de aprovechar de nuevo los recursos Fitogenéticos, principalmente los que se han perdido.

Las Evaluaciones Masivas Participativas (EPM) permiten que un mayor número de agricultores puedan acceder a agrobiodiversidad en un periodo corto de tiempo, evaluando las condiciones de adaptabilidad de los materiales en un territorio específico.

Con el apoyo GFAR, Fondo de Desarrollo de Noruega, ASOCUCH y FIPAH en Guatemala y Honduras se han generado las cartillas sobre los derechos de los agricultores, las cuales fueron elaboradas en un contexto de fácil entendimiento para los agricultores, lo cual contribuye de manera efectiva en la socialización del Tratado Internacional y los Derechos de los Agricultores; actualmente este material es utilizado de base para la diseminación de cuñas radiales sobre la implementación de los derechos de los agricultores en 3 idiomas mayas.

La implementación de prácticas agroecológicas permite a los pequeños agricultores, obtener nuevos conocimientos y desarrollar una agricultura sostenible, fortaleciendo la resiliencia de los sistemas locales de producción.

Las Ferias de Semillas permiten que los agricultores puedan vender e intercambiar diversidad de semillas, aplicando de manera efectiva el artículo 9 del TIRFAA sobre los derechos de los agricultores.

La Producción de semilla de calidad, haciendo uso del protocolo de fiscalización generado en Costa Rica, permite que organizaciones de productores y/o empresas comunitarias puedan producir semilla de calidad adaptadas a las condiciones agroclimáticas de los territorios.